Ambas especies ocupan hábitats variados, como desiertos, sabanas, zonas de bosques tropicales, valles de ríos, zonas montañosas de gran altura, etc.
Los animales primitivos de los elefantes son los mamuts y los mastodontes.
La trompa de los elefantes es una adaptación de la nariz y es especialmente sensible a todo tipo de olores y sabores.
Es la característica física más distintiva de los elefantes. Se trata de un músculo alargado, sin huesos.
Es un órgano muy preciso ya que puede coger cosas delicadas o pequeñas sin problemas.
También utilizan la trompa para emitir sonidos, para sus baños de polvo, para derribar obstáculos, apartar la vegetación, etc.
Los baños de polvo consisten en que el elefante llenan su trompa de polvo, de tierra muy fina, para pulverizarse con él. Este proceso no afecta a la capacidad olfativa ni gustativa del animal ya que los tabiques nasales son independientes.
Los colmillos también son otra característica típica de la imagen que tenemos de los elefantes.
Estos colmillos que sobresalen son dientes incisivos de la mandíbula superior y crecen a lo largo de toda su vida.
Algunos colmillos pueden llegar a medir hasta tres metros y medio de longitud.