El Guepardo
Introducción:
El Guepardo (Acinonyx jubatus) es un félido de buen tamaño que habita en África y el Oriente Medio. A simple vista se parece mucho al Leopardo por el color y pintas en la piel, sin embargo, aunque emparentado a los otros felinos y las panteras, el Guepardo es una especie propia. Muchos son los datos interesantes del Guepardo pero siempre hay una peculiaridad que es en la que primero pensamos cuando se le menciona. Entre los animales terrestres, el Guepardo es el animal más veloz sobre la tierra. Aunque sólo puede mantener esta velocidad por un corto tiempo, logra alcanzar los 110 Km/h (68.4 millas por hora).
Distribución:
La distribución natural de Acinonyx jubatus comprende gran parte de África y Oriente Medio. Hasta no hace mucho se extendía sobre toda África, el Oriente Medio y parte de Asia hasta la India. Es posible que existan algunas poblaciones aisladas en lo que abarcaba toda su distribución.
De acuerdo a los fósiles en Europa existió hace unos 3.5 millones de años un félido muy parecido al Guepardo de nuestros días; este félido era más grande que el Guepardo. Se han encontrado fósiles de otro félido, de tamaño intermedio entre el de Europa y el Guepardo, en la India y en China. En América del Norte, en los estados de Wyoming, Nevada y Texas, Estados Unidos, también se han descubierto fósiles de otro félido muy similar al Guepardo que vivió durante el Pleistoceno; a éste le han asignado el género Miracinonyx, estimándosele un peso de unos 90 Kilogramos (200 libras).
Hábitat:
El Guepardo prefiere las sabanas, donde puede hacer uso de su formidable velocidad.
Hábitos:
Con respecto a sus horas de mayor actividad, el Guepardo se adapta al medio ambiente y otros depredadores mayores. En algunos lugares, donde la temperatura del día llega a ser demasiada elevada, el Guepardo caza de noche (también se le ha visto cazando de noche en otras partes que no son tan calientes durante el día). En otros lugares, espera que los leones hayan terminado su cacería temprano en la mañana antes de ir en busca de su sustento, o se le adelanta y caza temprano en la tarde antes que los leones regresen a la actividad.
Las hembras, una vez que se separan de su camada natal, viven solas excepto por la breve compañía de los machos cuando está lista para criar. Una vez que tiene cachorros, se mantiene con sus hijos por cerca de un año y medio. Algunos machos viven solos, otros (usualmente hermanos) se mantienen en parejas o tríos. Es posible que los machos, solitarios o grupos, establezcan un territorio (muy frecuente en lugares donde su presa es sedentaria), o sencillamente empleen un área de acción más amplia como lo hacen las hembras. Durante escasez, es muy probable que se trasladen. Tanto los machos como las hembras marcan su presencia con orina.
Reproducción:
Una vez que una hembra entra en celo busca un macho, talvez más de uno. Como en la mayoría de los otros félidos, el papel del macho en la reproducción de la especie termina una vez fecundada la hembra. La madre por sí sola se encarga de buscar un lugar donde tener los cachorros, de cuidarlos mientras son pequeños y más tarde de enseñarlos a cazar y sobrevivir.
El período de gestación es de noventa a noventa y cinco días. Las madres tienen de uno a seis cachorros en cada parto, se documentan hasta ocho, siendo un parto de tres o cuatro lo usual. En su estado natural los recién nacidos pesan de 150 a 300 gramos, en cautividad son un poco más grandes. Nacen con los ojos cerrados, abriéndolos del cuarto al décimo día de nacidos.
Durante la segunda semana de nacidos la madre traslada los cachorros a una nueva guarida. Los lleva uno a la vez. Usualmente la madre con la boca coge al cachorro por la cabeza y así lo lleva al nuevo escondite; regresando a buscar el próximo hasta que todos son llevados. La madre continúa cambiando de guarida cada varios días. Cuando son pequeños los sigue llevando en la boca, después ellos caminan tras ella. A eso de los dos meses de nacidos, cuando los cachorros ya pueden seguir a la madre sin ninguna dificultad, la familia deja la guarida. Al año han alcanzado la mitad del tamaño de los adultos.
Los jóvenes permanecen con la madre hasta que tienen de catorce a dieciocho meses de edad. Después que la madre se va, los cachorros se mantienen juntos por unos meses. Las hembras eventualmente se independizan, pero es muy probable que se queden en el área de la madre. Los machos es posible que continúen juntos por más tiempo, sin embargo, se van del área de la madre. Las hembras son adultas a los dos años de edad, los machos de los dos años y medios a los tres años.