El búho

Si va a salir por la noche, mejor salga con un paraguas.







Esta es la recomendación de las autoridades de Purmerend, una apacible ciudad en el norte de Holanda, para la cual el pronóstico del tiempo no augura ni un temporal ni lluvias torrenciales.
La sombrilla, en este caso, tiene otra función: sirve para protegerse de un enorme búho que desde hace tres semanas tiene aterrorizados a los locales.


El más reciente ataque este búho real (Bubo bubo), que con sus alas extendidas puede llegar a medir hasta dos metros, tuvo lugar el martes por la noche.
El animal arremetió contra dos miembros de un club de atletismo que acabaron hospitalizados -uno de ellos con seis puntos en la cabeza- y la institución se vio obligada a suspender sus entrenamientos hasta nuevo aviso.
Residentes y trabajadores de un centro para personas discapacitadas también fueron víctimas de un total de 15 ataques.
"Durante el día no hay problema, pero por la noche sólo nos aventuramos afuera armados con paraguas, cascos, sombreros y lo que sea que sirva para protegernos", explicó Liselotte de Bruijin, portavoz de la institución.